lunes, 3 de octubre de 2011

El beso de Judas

Compartiré algunas de las reflexiones que hice después de haber leído este increíble libro "El beso de Judas, fotografía y verdad."
Se los recomiendo ampliamente!!!


Este libro de Joan Fontcuberta logra resumir, de manera muy amena la historia de la fotografía; desde los primeros capítulos donde recuerda el valor de una fotografía y el cambio que se obtiene al personalizarla, proclamarla tuya. La referencia de la fotografía como trabajo y a lo que se llegó a enfrentar la misma por llegar a ocasionar un conflicto de intereses por ser, en un principio, imparcial y detallista; sacando a la luz verdades incómodas en su tiempo.
Pasando por definir a la fotografía como un “espejo con memoria” donde también nos encontramos con la disyuntiva de que tanto se pueden retratar problemáticas sociales reales, como proyecciones realizadas por los medios masivos de comunicación; pasando de una confirmación científica hasta una fabulación poética, como fue el ejemplo de Diane Arbusto y Cindy Sherman.
Al continuar el texto se nos presentó una gran pregunta a reflexionar, ¿Para qué nos sirve? Sacando a relucir el documental de Pedro Meyer “Fotografío para recordar” retoma un deseo de ampliar nuestra capacidad de almacenar información. Sin embargo recordar implica seleccionar ciertas memorias y olvidar las demás. Recordamos los buenos momentos, los agradables y desechamos el resto ya sea conciente o inconcientemente al ser “traicionados por las emociones”; llegando a la conclusión que probablemente fotografiamos más para olvidar (al solo rescatar los buenos momentos).
Entonces la fotografía se queda como una huella de lo que pasó, un recuerdo de nuestras memorias que ha sido plasmado. Pero el tiempo cambia y nos damos cuenta que la fotografía también puede ser utilizada para “modular” la información, y darle ciertos matices a lo que retratamos. Y aún así un disparo no puede contar toda una historia, esta limitada a mostrar las “apariencias superficiales de las cosas”. Al no tener la capacidad de dar a conocer toda la historia, manipular la información se convierte en algo en ocasiones implícito. Pues si bien no es de manera conciente desde el momento de elegir el encuadre, seleccionar el ángulo y el momento del disparo; estamos eligiendo qué mostrar y qué no, de una realidad. De ahí derivándonos a los que deciden manipular el mensaje que se da por medio de la fotografía, el objeto o hasta el contexto en el que se nos presenta.
Ahora que estamos en “la era digital” se ha hecho aún más sencillo modificar y manipular las imágenes, que si bien antes ya se podía, ahora con el acceso a la tecnología se puede lograr mucho más rápido y de manera más sencilla. Pero ¿Cuál es el límite? ¿En algún momento deja de ser fotografía? ¿Se puede seguir confiando en la información que ésta  provee? Éstos son algunos de los temas que me deja a reflexionar este libro; conociendo más sobre la historia de la fotografía y conociendo cómo es que se maneja en la era actual, me lleva a cuestionarme ¿Hacia dónde se dirige?... Lo que alguna vez se consideró como un “espejo con memoria” se ha convertido en “crea tus memorias” con esta fascinación de editar la información vista en las fotografías. En la actualidad, ¿Cuál será el propósito de la fotografía?.

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